lunes, 16 de noviembre de 2015

Evolución.

Para empezar con el blog, me gustaría hablar de lo que dice el título: la evolución. Es un tema en el que he estado pensado por mucho tiempo y que además, hasta hace poco tiempo, no entendía del todo bien.


Para hablar de evolución, hay que empezar por el principio. Por el auténtico principio. Ya sabes, el Big Bang.

Repaso rápido:
Todo lo que ahora contiene el universo está contenido en un solo punto en el espacio, una singularidad. Por X motivo, el universo se expande a velocidades inimaginables en todas direcciones, etc. etc. etc. En un par de miles de millones de años, tienes estrellas y planetas formados. Bien, el escenario está listo.

A través de diversas y complicadas atracciones químicas, al cabo de otro rato (en escalas cósmicas), tienes una de las partículas básicas de azúcar orgánico: la ribosa. Esperas otro rato cósmico, este bastante más largo que los demás, y tienes a nuestro viejo amigo: la célula procarionte o sin núcleo.
Este pequeñín es un simple organismo unicelular que copia su propio ADN. Estos pequeños bastardos conquistan el mar, charco, o el medio en el que sea que están. Aquí hay que empezar a tener en cuenta que la evolución funciona de manera exponencial: cuanto más avanza, más rápido lo hace. De esta manera, este bastardo evoluciona mucho más rápido ahora que existe, y al cabo de millones de años (en vez de miles de millones), uno de estos enanos parasita a otro, y se asenta en su interior. Y ¡qué sorpresa! resulta que es más fácil sobrevivir de esta manera, y a las pocas generaciones ambos son uno al nacer. Esperamos otra vez, otro par de millones de años, y nos encontramos con que un grupo de los recientemente creados eucariontes (células con núcleo)  están trabajando en grupo. ¿Por qué? Pues porque así pueden hacer todos el moco de todos, y de esta manera toca a más moco por célula, y todos son felices. Luego, supongamos que las células que están más cerca del exterior tienen más facilidad para segregar X enzima, lo que hace que tiren lo que les sobra en el "moco comunitario", lo cual hace que  las células que están dentro de esta masa informe no necesitan generar esta enzima X y, por tanto el órgano responsable de generarla se atrofia, y al cabo de varias generaciones, ya no existe, y queda un espacio vacío dentro de la célula, el cual, por pura mutación genética, o simplemente por rellenar el espacio sobrante, se desarrolla un nuevo órgano. Y así, durante unos cuantos millones de años, acabamos en los humanos, los tigres, los castores, y cualquier animal no extinto hoy en día.

Conclusión: La evolución funciona de una manera bastante simple en realidad. Tienes esta población de animales, quienes se pasan ADN el uno al otro, pero no lo hacen de manera perfecta, y, por mera casualidad, un animal sale mutado, y resulta que esta mutación le ayuda a este animal a sobrevivir (un ojo de más, por ejemplo), lo que le lleva a vivir más, reproducirse y tener más hijos, y por tanto extendiendo los genes de un ojo de más de manera exponencial, hasta que toda la especie tiene un ojo de más (con respecto a lo anterior) y yastá.

Gracias por leer esta pesadez.